El sábado 4 de mayo de 2019 se representó en Navarrevisca la obra Sufragistas, por el varias veces galardonado Grupo de teatro del IES Narcís Monturiol «Macberianos», basada en la película de Sara Gavron y la novela gráfica de Sally Heathcote. Adaptada por el Director Fernando Sánchez Calvo, trata de la lucha por el derecho al voto femenino. La historia de dos mujeres que se conocen aparentemente por azar en la Inglaterra de principios del siglo pasado, y emprenderán una campaña reivindicativa de «hechos y no palabras» en busca del derecho más elemental que todo hombre, y ninguna mujer, tenía en aquella Inglaterra patriarcal. Lo consiguieron con un alto coste, sobre todo personal, en un proceso en el que no había vuelta atrás. Una dura conquista, que no está garantizada «porque sí».

Hoy el derecho a la igualdad efectiva entre hombres y mujeres no está garantizado. Sí de derecho, pero no de hecho. La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de hombres y mujeres parte del Artículo 14 de la Constitución española, que proclama el derecho a la igualdad y a la no discriminación por razón de sexo.

La realidad muestra que la igualdad ante la ley garantiza que todas las personas tienen los mismos derechos, pero la igualdad efectiva de oportunidades no se cumple. Una de las muestras más evidentes es la desigualdad de salarios entre hombres y mujeres, a igual puesto y desempeño.

Y es que hoy podemos leer y ver en los medios de comunicación que las niñas abandonan la escuela para casarse, cediendo a la presión social y renunciando a su derecho a la educación, que es la base para poder cambiar.

La violencia de género muestra la extrema gravedad de la situación, resulta en que están matando a mujeres por el simple hecho de serlo.

El feminismo, las mujeres protagonistas, luchan por la igualdad real, tratando de hacer visible la injusticia de la discriminación. Recientemente la actual Balón de Oro ha dado ejemplo renunciando a jugar el Mundial de fútbol con la selección de su país. En nuestro país, resulta que el equipo femenino no va al mismo hotel ni tiene los mismos «fisios» que el equipo masculino de la Selección.

No es fácil para una mujer luchar por sus derechos a la no discriminación, y algunas intentan adaptarse al modelo competitivo masculino, acuñando el epíteto machirulo. Esa no es la solución, sino hacer valer por ellas mismas las maneras femeninas y sus propios planteamientos. Los partidos políticos, están empezando a plantear la paridad, una forma de discriminación positiva, necesaria de manera temporal para romper los círculos viciosos de pensamiento y costumbres machistas.

La libertad que da el poder acceder a preservativos y así elegir cuándo se tienen los hijos contribuye a la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, pero la complejidad de las situaciones sobre todo económicas revela la realidad de la gestación subrogada, los llamados vientres de alquiler.

La Historia ha ocultado los discursos de la mujeres, con situaciones como las autorías de obras literarias o científicas de mujeres firmadas por hombres o seudónimos masculinos. Margarita Salas es hoy en día la científica más importante de la Historia española, y sigue trabajando a sus más de 80 años. Ella cuenta que cuando volvió de EEUU a España era «la mujer de su marido».

La educación en igualdad, corresponsabilidad, es un camino lento pero necesario. Y la educación sexual es clave, como muestra el dato de que los niños empiezan con 11 años a consumir pornografía. El doble papel de la tecnología y las redes de comunicación, que también dan acceso a la web Stop discriminación. ¿Miedo a la libertad?